El Rector General de la Universidad de Guadalajara, maestro Itzcóatl Tonatiuh Bravo Padilla, reconoció los 25 años de trayectoria periodística de María del Carmen Aristegui Flores, por su “valentía”, “imparcialidad”, actitud “honesta”, “profesional” y “comprometida con la sociedad”, además de su “esfuerzo para alertar a la sociedad respecto a la injustica, la impunidad y los excesos de autoridades y particulares”, durante la entrega de la presea Corazón de León, que desde hace cuatro años designa la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU).
Flanqueado por el Vicerrector Ejecutivo de la UdeG, doctor Miguel Ángel Navarro Navarro; el Secretario General, maestro José Alfredo Peña Ramos; el presidente de la FEU, José Alberto Galarza Villaseñor; el representante del gobierno del Estado, Gonzalo Arturo Sánchez García y el alcalde de Guadalajara, Ramiro Hernández García, el Rector General de la UdeG, en el paraninfo Enrique Díaz de León, dijo que Aristegui es “una de las comunicadoras más importantes de México y América Latina”, por su “estilo franco y directo”, y quien “se ha convertido en líder de opinión”.
“Ante la necesidad de contar con una prensa libre e independiente para hacer frente a la desinformación y la manipulación, Aristegui apuesta por contenidos orientados a difundir información sustentada en hechos –dijo Bravo Padilla–. Más de una vez ha señalado actos reprobables y complicidades en áreas políticas y sociales, así como en los ámbitos empresarial, religioso, deportivo y cultural. Esto le ha significado afrentas, amenazas e intentos de censura, ante los cuales Carmen se ha sobrepuesto con aplomo, pero sobre todo con apego a la ética periodística”.
Al recibir el galardón, Aristegui manifestó su emoción por la presea, que la “estimula a seguir adelante”. Subrayó que en este momento el país atraviesa por “enormes complejidades, grandes contradicciones” y una “regresión autoritaria”, en la que “no acabamos de entender hacia dónde nos conducen”; por lo cual, más que nunca –puntualizó– la tarea periodística es muy importante, sobre todo para mantener informada a la ciudadanía sobre “decisiones aberrantes” que han tomado los políticos actuales.
“Estamos en una efervesencia impresionante en términos informativos. Vemos una serie de decisiones que pasarán décadas para conocer sus repercusiones, como la reforma energética, con escasa o nula presencia de la ciudadanía –abundó Aristegui–. Podríamos preguntarnos dónde está la información y el debate de asuntos tan importantes. La tarea de los peridiodistas es de enorme importancia para no perder el ojo crítico, el interés y no dejarse aplastar por esta maquinaria en un proceso de instauración autoritaria”.
Durante su intervención, Galarza Villaseñor manifestó su indignación por el asesinato de miles de personas. Destacó que “son los enemigos del hombre”, el narcotraficante, el asesino, los violentos, los políticos, los líderes sindicales, pero sobre todo los que atacan la libertad. Dijo que lo primero es evitar “convertirse en ellos”, porque “no todos los medios se justifican. Hay que resistir con ideas, sobre todo cuidar a los periodistas”, y mencionó los múltiples periodistas muertos. Y dirigiéndose a Aristegui, resaltó que es una “mujer valiosa y valiente, quien no teme perder la libertad, que se ha enfrentado a la mordaza y a los periostas de los medios oficiales”.
Al entregarle la estatua Corazón de León, el presidente de la FEU recordó a quienes también han merecido la distinción: Javier Sicilia, Raúl Vera, José Narro y Alejandro Solalinde. El público, que abarrotó el paraninfo, le brindó un estruendoso aplauso a quien ha recibido el Premio Nacional de Periodismo en 2001 y 2005, el Premio Nacional de Periodismo del Club de Periodistas en 2002 y 2004; en mayo de 2006 fue reconocida con el Premio México de Periodismo y la Asociación Nacional de Locutores de México, AC la reconoció en ese mismo año como la mejor conductora de noticias en televisión.
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