Sobre los actos
violentos ocurridos en Palacio Municipal de Guadalajara
El
día de hoy quedó demostrado que el viejo régimen autoritario y violento del PRI
está de vuelta.
Como un ejercicio responsable de rendición de
cuentas, y de manera institucional y
Antes del inicio del evento, de forma grotesca y
violenta, alrededor de 100 porros acarreados por el PRI, llegaron al
Ayuntamiento. Las autoridades policiacas del municipio, con su ausencia les brindaron todas las
facilidades para que impidieran el informe y provocaran una gresca.
De forma agresiva y con constantes improperios,
forzaron las puertas de la sala de Cabildo, rompieron a patadas los cerrojos e
ingresaron previo al evento de forma violenta, con lo cual impidieron el acto.
Los regidores, además de invitados y reporteros de
distintos medios de comunicación, tuvieron que resguardarse en oficinas de la
fracción edilicia de Movimiento Ciudadano en el Ayuntamiento:
"literalmente", protegiéndose del ataque violento y cobarde de las
turbas priístas.
Cerca de 50 personas entre regidores, diputados,
invitados y reporteros agredidos tuvieron que permanecer más de 2 horas
retenidos y acechados por golpeadores del PRI.
Cabe señalar que el día de ayer, durante el informe
de Ramiro Hernández, los regidores de Movimiento Ciudadano realizaron
señalamientos a la pasada y la actual administración municipal con todo el
derecho que otorga la constitución en materia de libertad de expresión y
democracia. Los señalamientos fueron realizados de forma cabal, con civilidad, en paz y sin impedir el acto
formal.
Lo que hoy sucedió hoy es algo alejado del ambiente
de diálogo que dicen ofrecer las administraciones priístas. De manera inexplicable personas acarreadas
por las propias autoridades realizaron un acto de provocación, intimidación,
amedrentando y privando de libertad a los representantes del Movimiento
Ciudadano. Pusieron, además en peligro la integridad física de decenas de
personas.
Desde Movimiento Ciudadano pedimos una explicación a
Ramiro Hernández y a Jorge Aristóteles Sandoval de lo que sucedió el día de
hoy; y al mismo tiempo, exigimos una investigación de los hechos y las
sanciones correspondientes a los responsables.
Es preocupante cómo las actuales administraciones
estatal y municipal tapatía caen en estos actos vandálicos y pretenden
incendiar el ambiente político del Estado de Jalisco. Están permitiendo que el
PRI violento, que creíamos ya había desaparecido, regrese para desplazar a los
que no pensamos igual.
Jalisco, en lugar de caminar por una brecha de
progreso y de apertura democrática, da pasos hacia atrás y se encamina a un
régimen autoritario y represor. Esto que pasó no puede ser normal.
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